EDITORIAL

Roberto Santos

¿Verdadera unidad o el beso de Judas?

Un abrazo fue el que selló la imagen de supuesta unidad el día de ayer entre Bonifacio Montúfar y Alejandro Arcos Catalán, los contendientes a la presidencia municipal de Chilpancingo.

Con eso se espera que esta “unidad” también sea para que los partidos: PRI-PRD y PAN se pongan a trabajar para fortalecer la candidatura de quien la población favoreció en las encuestas.

Aunque el ahora Coordinador de la Alianza PRI -PRD- PAN, convocó a la militancia de estos partidos políticos, así como a la sociedad civil en general, a mantener la unidad como valor hacia el progreso y bienestar de la capital, siempre se generan dudas si los demás serán capaces de cumplir lo acordado o ya se gestan las traiciones al interior de este bloque de partidos.

No es descabellado pensar que ahora que cada quien tiene su espacio, empiecen a salir a flote los otros acuerdos, los ocultos, para fortalecer a otros, menos a los candidatos que deben apoyar.

¿Trabajará el PRI de Chilpancingo a favor de Alejandro o se hará realidad lo ya se ha dicho, de que son el caballo de Troya que va a cruzar el voto a favor de MC, siguiendo a su jefe político?

¿Alberto Catalán Bastida cumplirá estos acuerdos o IPG una vez más traicionará a Alejandro, como lo hizo Ángel Aguirre Rivero en la elección pasada?

Muchos no saben que Alejando no es candidato de Ángel Aguirre, y en la elección del 2021 fue el primero que lo traicionó, apoyando a la candidata de Morena.

El candidato de la alianza proviene de la sociedad civil y por eso se le escucha insistir que la política puede ser un instrumento de cambio positivo siempre y cuando “se ponga al servicio de la comunidad”.

Y que la verdadera alianza es con la gente de Chilpancingo, condensada en la frase: “Chilpancingo nos une”.

Ante las traiciones, unir a la gente de Chilpancingo puede ser la clave para fortalecer su candidatura.

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