Artesanos orfebres en Iguala, un maravilloso oficio que se extingue poco a poco.

* 50 años dedicado a esta actividad don Raúl Rojo Cruz.

Roberto Antonio Márquez Añorve.

A pesar de que cada vez hay menos artesanos orfebres, quienes nos dedicamos a esto estamos conscientes de que Iguala, un día llamada ciudad del oro, nos brinda nobles oportunidades. Dijo don Raúl Rojo Cruz.

Raul Rojo Cruz Inició como artesano orfebre a la edad de 17 años, actualmente tiene 67, es decir 50 años dedicado a este noble oficio de los cuales 35 años han sido en esta ciudad de Iguala.

«Cuando llegue, se trabajaba mucho el oro, incluso se le llamaba a Iguala ciudad del oro. Calculo que en ese entonces había alrededor de mil artesanos orfebres trabajando en sus casas», sin embargo fue a partir de colapso de la economía en 1994 cuando esta actividad se vino para abajo».

«Subió el metal, muchos quebraron y cerraron, en sí ha sido muy difícil volver a reponemos. Sin embargo está ciudad es muy noble en todo sentido, nos brinda muchas oportunidades que hay que saber aprovechar».

Recordó ser de los primeros en salir a trabajar a la calle, de ahí surgieron talleres en centros joyeros y otros espacios como el mercado municipal, a pesar de esto, reconoció ser muy pocos y cada vez menos los que siguen desarrollando la orfebrería.

Resaltó que ya como organización han implementado talleres «gratuitos» a quienes desean aprender esta actividad pero «no ha habido interés ni por parte de las autoridades ni de la ciudadanía.»

Recordó que de manera personal ha enseñado a algunos que si lo ejercen en la actualidad y que hace tiempo intento enseñar a varios jóvenes de manera gratuita sin embargo, «llegaron los de reglamentos exigiendo el permiso y me prohibieron que yo enseñara y mejor decidimos dejar esto».

Otro obstáculo en la enseñanza de la orfebrería dijo haber tenido hace algunos años, cuando promovió talleres paralelos a jóvenes estudiantes encontrando reacciones en contra de maestras que le exigía no darlos porque los jóvenes iban a preferirlo por encima de sus estudios, cuando actualmente hay muchos jóvenes profesionistas sin empleo o dedicados a otras actividades.