CREACIÓN, INFRAESTRUCTURA E INSTITUCIONALIZACIÓN DE LA FERIA A LA BANDERA

LA CONTRIBUCIÓN DE BENJAMÍN DOMÍNGUEZ

ENTREVISTA

Por: Roberto Castillejo Bahena, 18 de febrero del 2025.

Las ferias de los pueblos son importantes y necesarias. Son ciclos rituales que cumplen una función social en donde implica a la comunidad y anima a cambiar de estado. Las fiestas dan cohesión y sentido a la sociedad. El filósofo Byung-Chul Han sostiene que los rituales no solamente son formalidades, sino que son esenciales para crear solidaridad y comunidad.

La Feria de la Bandera en la ciudad de Iguala, es una institución cultural que data de hace muchos años. Los primeros recuerdos de la feria de mi pueblo, nacen en la avenida donde se encuentra actualmente la clínica del ISSSTE en los años ochenta. Apretados entre tanto juego y locales, pero era divertido. Poco despues, a través del decreto número 14 expedido por el entonces gobernador Jose Francisco Ruiz Massieu el 18 de febrero del año 1992, en la administración del Presidente Municipal Felipe Cardona Marino, se donó al Patronato de la Feria la extensión de diez hectáreas a través del fideicomiso de la ciudad industrial del valle de Iguala, el cual ya se había constituido desde el 15 de junio de 1979.

Posteriormente, en el dos mil diez con el entonces Gobernador del Estado Carlos Zeferino Torreblanca Galindo y Raúl Tovar Tavera como Presidente Municipal, a través del Decreto 275 queda instituida La Feria de la Bandera de Iguala de la Independencia, Guerrero.

Previo a este último decreto 275, la Feria de la Bandera tuvo grandes transformaciones, gracias a la gestión del Lic. Benjamín Domínguez. Lamentable que no haya estado el Lic. Juan Muñoz Caballero en la ciudad, por lo que no pudimos recabar más información por el momento. Sin duda hubiera sido de gran relevancia para esta investigación.

La administración 1999-2002 sin duda fue determinante para hacer un cambio de fondo y de forma a la Feria de la Bandera. En palabras del que fuera Presidente del Patronato en el periodo del Alcalde Juan Muñoz Caballero, el Lic. Benjamín Domínguez, comenta que es grato recordar lo que sucedió hace aproximadamente 25 años “dicen que recordar es volver a vivir”.

En una cordial entrevista surgida de la espontaneidad y degustando un buen café, como solo lo saben hacer en el Restaurant Benoni, “Don Benja” como también es conocido por los amigos, nos compartió su experiencia como presidente del patronato de los festejos de la Feria de la Bandera (1999-2002).

R: ¿Cómo ha sido la evolución de la Feria del Pueblo?

B: – Lo que existe prácticamente, la infraestructura de la feria se hizo en los años que estuve al frente. A mi me invitó a colaborar el Lic. Juan Muñoz Caballero, si mal no recuerdo en el año 1999. Lo cual de entrada le contesté que yo no quería, le respondí que lo iba a pensar. Pero después de pensarlo y platicarlo con la familia, de hacer un análisis, le dimos la respuesta de que si.

B: – Posteriormente nos pusimos a trabajar por el mes de octubre y noviembre, desde que nos invitaron quedaba ya muy poco tiempo para realizar la feria del 2000.

R: – ¿Anteriormente, donde se llevaba a cabo la feria?

B: – No recuerdo bien, pero no tenía mucho tiempo de haberse trasladado la feria a los terrenos actuales, ya que antes se celebraba donde están las canchas… la unidad deportiva.

B: – Cuando yo llegué, encontré diez hectáreas de terreno totalmente llenas de huizache, llenas de bosque, tierra suelta, ya que esas tierras eran de sembradío. Cuando llegué y vi todo eso, me dije ¿Por dónde voy a empezar? Sin dinero, y todavía no llegaban los comerciantes que iban a comprar los espacios comerciales que normalmente se venden. Entonces, pues, solamente levante la cara al cielo y dije “señor ayúdame”. El reto era grande. En aquel entonces todavía quedaba un espacio de la feria sin ocuparse. El reto también consistio en ampliar y ocupar todo el terreno propiedad ya de la feria.

B: – En una ocasión que iba por la autopista, vi una máquina que iba desyerbando y dije bueno, si me prestarán esa máquina vamos a hacer el trabajo más rápido y mejor. Sin saber de momento que en aquel entonces lo que era la Secretaría de Comunicaciones, lo que era CAPUFE nos pudiera apoyar, fui y toque la puerta de las oficinas en la ciudad da Cuernavaca. Allá me identifiqué que era el Presidente de la Feria, se portaron muy amables y logré platicar con el entonces Delegado el Ingeniero Jesús Gallardo, y me sorprendió cuando me dijo “voy a Iguala a ver que necesitas” después de plantearle mis solicitudes.

B: – Después de que hicimos un recorrido en los terrenos de la feria con el Ingeniero Jesús Gallardo en su visita, nos dispusimos a convivir, y me dijo “sabes qué -con lágrimas en los ojos- cómo es posible que tengan aquí el nicho, la cuna de la bandera y tengan así sus terrenos, te mandaré gente, máquinas, camiones, vamos a quitar todo esto y los vamos a asfaltar.

B: – A cuatro días antes de que nos hubiera dicho que nos iba a mandar el apoyo, estábamos listos para esperar los camiones. Llegaron trailers con maquinaria pesada…llegaron carros de volteo, preguntaron por mi. La gente que venía en la comitiva se puso a mis órdenes. Un buen amigo Rosendo Arroyo (q.e.p.d.) jugó un papel clave, ya que me apoyó en la coordinación con los trabajadores y contribuyó a que esa feria fuera un éxito.

B: – Lo primero que hicieron los trabajadores, fue retirar unos 50 centímetros de tierra, el primer obstáculo era encontrar dónde tirar la tierra y escombro que se iba a retirar. Rosendo fue el encargado y encontró un lugar donde tirarse. Se buscó un banco de tepetate, para poder meter tepetate a los terrenos. Porque si echamos así el asfalto con la humedad se iba a cuartear y haber muchas grietas.

B: – Cuando se empezó a ver este movimiento en la feria, la gente comenzó a preguntarse qué es lo que estaba pasando. En aquel entonces, no se pagó a ningún trabajador ni gastos de diesel, CAPUFE puso todo el trabajo para asfaltar los terrenos de la feria. Desde esa fecha se le dijo adiós al polvo.

B: – Cuando los comerciantes y empresarios comenzaron a ver todo ese movimiento, tuvieron mucha confianza, ya que antes se llenaba hasta la mitad de los terrenos. Quiero decirte que en esa feria, todos los espacios se vendieron. Comenzando haber entradas de dinero lo primero que yo hice pensando en parte de mi historia de cuando yo iba a la feria, todos los restaurantes te cobraban un poco caro y para la gente humilde no podía pagar, entonces lo que hice para toda la gente, la gran mayoría que nada más viene a ver la feria pero que no compraba nada por los altos costos, se hizo el “zocalito”. Ese zocalito se hizo para la gente que deseaba descansar en su recorrido por la feria.

B: – Después pensé que la gente no tenía mucho dinero para pagar los locales, invité a la gente que vende tacos, enchiladas, gorditas y picaditas en las calles prácticamente sin cobrarles, pero les dije “van a dar precios de los que dan aquí en la calle, pero les voy a poner a miles y miles de gentes”. Los vendedores me respondieron que si no les cobraba el espacio venderían al mismo precio. Y así nació la idea del zocalito, en donde la gente con bajos recursos, mujeres embarazadas y personas adultas pudieran descansar y desgutar ricos alimentos.

R :- ¿SE podría decir que se hizo con un enfoque incluyente?

B:- Si, así fue.

Posteriormente, el Lic. Benjamín Domínguez nos habló de la construcción del Palenque de Gallos y del Teatro del Pueblo, pero esta parte te la contamos en la segunda entrega.

FUENTE: ROBERTO CASTILLEJO BAHENA

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