
Una esperanza en la desesperanza.
Mario Rodríguez Jaimes.
El canal de la esperanza, ubicado al sur de la ciudad y cercano al mercado municipal Adrián Castrejón de esta ciudad de Iguala de la Independencia, ha sido por años símbolo de la falta de cultura en materia de cuidado del medio ambiente y, de falta de sentido humano, para con la sociedad en la que vivimos.



Durante varios años, los esfuerzos por parte de las autoridades en turno y sus acciones por erradicar este problema han resultado «mejoralitos» toda vez que más tardan en limpiar ellos, que «chileros» y personas inconscientes en volver a contaminar.
La presente administración municipal ha realizado dos campañas intensas de limpieza, sin embargo, en un recorrido en el tramo de Obregón hasta la calle de Cedro, observamos en comparación de otros años, un mayor número de focos negros por basura, que desafortunadamente es esparcida por perros y gatos en condición de calle así como por pepenadores que buscan material reciclable.



En el camino se ve el contraste entre los vecinos que se esfuerzan en recuperar espacios con acciones de limpieza, reforestación, incluso realizando siembras agrícolas, con otros que al margen de la ley realizan podas y tiran las ramas en el canal, tiran y queman basura en total impunidad.
El director de limpia, Néstor Embriz, anuncio para bien una nueva campaña de limpieza, que aunque buena, tiende al fracaso si no hay un control e identificación de los chileros, si no hay campañas y lonas informativas y si el área de protección y cuidado del medio ambiente no aplica la ley.
A la esperanza no llegan «ambientalistas» con acciones, no llegan las reforestaciones, como tampoco llega la regiduría, secretaría y dirección del medio ambiente, solo llegan las ocasionales tareas de limpieza ah, y mucha basura.
Esta área, frecuentemente fumigada por vectores es también endeble a casos de dengue debido a tanta basura cacharro y maleza crecida, aun así, vecinos y transeúntes que son muchos, tienen esperanzas de un mejor futuro del lugar, conscientes de que la esperanza muere al último… pero muere.





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